El
Parador de Jaén corona la ciudad desde la cumbre del Cerro de Santa
Catalina. Su figura emblemática domina el horizonte de forma que
cuando te acercas a Jaén será siempre el primero en darte la
bienvenida. El hotel es origen y destino para descubrir todo el
encanto del Renacimiento andaluz, el aspecto monumental de su
interior se mantiene en los impresionantes arcos cruzados a 20 metros
de altura en el salón principal, el comedor y las habitaciones con
impresionantes panorámicas de la ciudad.
Los almorávides
incorporaron Jaén a su imperio en 1.091 y los almohades la ganarían
en 1.148. Antes de perderse en las bellas calles de la ciudad,
llegaremos al Parador, Castillo de Sta. Catalina, construido por el
gran al-Ahmar. Desde sus 820 metros se contempla una panorámica
fascinante, que permite comprender la importancia de la localidad
para el control de los accesos a Granada en la época Nazarí. En
Jaén destacan los baños árabes construidos por Alí, en el barrio
de la Magdalena, en el mismo solar del Palacio de Villardompardo.
Además podemos descubrir la Catedral, y entre otras iglesias las de
San Juan, San Ildefonso y la Magdalena y palacios como los del
Condestable, Quesada-Ulloa, Velez y Vilches.
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